La discreta censura
Escrito por Juan Guerrero | X: @camilodeasis   
Viernes, 23 de Noviembre de 2018 06:01

altLa Cuba castrista y socialista es una nación de vida miserable, corrupta e hipócrita. A

penas con una memoria histórica que parte del año 1959, cuando un grupo asocial tomó el poder y arrasó con todo lo que eran valores y principios de la cubanía cultural tradicional.

Ese ha sido el modelo que han copiado los chaviztas del socialismo del siglo XXI venezolano. Realizar una absoluta y total ruptura con todo el orden cultural construido desde hace siglos en Venezuela. Partir desde 1998 con una historia patria donde la imagen sempiterna de Chávez se toma como sinónimo de Simón Bolívar para disolverlo en Uno y mostrar la nueva imagen, como hechura innovadora de revolución sagrada e inamovible.

La estrategia basada en corromper todo se ha tomado como política de Estado y después de 20 años, se cosechan sus frutos: una total sumisión de quienes sirven al régimen desde todas las áreas de la administración pública. De esta manera, la vida en la Venezuela del socialismo/chavizmo del siglo XXI, transcurre como si aparentemente nada alterara su discreta amoralidad de Estado perverso y de crimen organizado.

El Estado de régimen totalitario se mantiene con su aparato represor/violador de derechos humanos, y la inmensa y putrefacta militancia de enchufados quienes son los ejecutores de las políticas contra los ciudadanos decentes y humillados.

De esta manera, la censura en Venezuela avanza de manera discreta pero firme. A los medios de comunicación impresos, abiertamente opositores al régimen, no se les clausura directamente sino de forma indirecta. Se les niega el acceso al papel, tinta y se les somete a estrictas medidas administrativas, con frecuentes visitas de inspección. Similar ocurre en los medios radioeléctricos con la negativa de renovar concesiones a radios y televisoras.

Pero esta estrategia de censura no es solo contra los medios de comunicación. De manera indirecta lo están sufriendo también las librerías y papelerías del país. En los últimos 5 años más de 80 librerías/papelerías han cerrado sus puertas. Esto por los altos aranceles impuestos, tanto a los libros como a los costos de mantenimiento de locales y cancelación al personal.

Aunque los libreros se han tenido que reinventar en sus labores, surgiendo con grupo de trabajo y editando y realizando eventos en sus locales. Lo cierto es que la censura del régimen es política de Estado contra todo aquel que desee expresar ideas diferentes a las que implanta el Estado chavizta/socialista de régimen totalitario.

Quizá lo más doloroso y triste se observa en el medio educativo venezolano donde, no solo se ha diseñado una visión unilateral y obliterada de la pedagogía de la violencia, con directrices solapadas de expulsión a quienes no acaten órdenes ejecutivas. 

Son los lineamientos tanto del dictado de asignaturas sesgadas en todas las áreas del conocimiento, en las primeras etapas de la educación hasta los niveles de secundaria, como en los sistemas de evaluación. 

En ello la notoria tendencia a tener que promover a niveles superiores estudiantes reprobados, ya es parte del panorama diario de maestras y profesores, quienes deben “engordar” las listas de estadísticas oficiales, para promocionar una educación de calidad con números y cifras sobrevaloradas.

Pero lo más lamentable es que los tentáculos de esta censura solapada o discreta sigue su avance y ya toca las puertas de universidades. Lo apreciamos en los sistemas de evaluación de universidades públicas, como la de Guayana, donde se intenta oficializar un sistema único de evaluación para todas las áreas, restando al docente en aula, la posibilidad de adecuar los saberes a los espacios específicos donde se realiza el acto pedagógico. La libertad de cátedra, en sí misma, está siendo lesionada y por tanto, también la libertad del docente a la creación de nuevas maneras de evaluación.

Si esto no es suficiente. Las consecuencias de la censura como Política de Estado se aprecian también hasta en los niveles de profesionales cuando deben presentar sus proyectos/estudios en encuentros académicos. Es el caso de un evento organizado en la Universidad Politécnica donde a los expositores se les exige presentar sus trabajos de investigación basados en un modelo único, con líneas naranjas, azules y trazos caricaturescos que abarcan parte apreciable en las láminas.

Como se puede observar en lo que escribimos. A la larga, estas discretas censuras que adelanta el régimen totalitario venezolano, de corte chavizta/socialista y de modelo castrista, deviene silenciosa perversión de la información, que se convierte en banalización de la vida. En la formación de ciudadanos acríticos y sumisos.

Lo apreciamos en cada uno de los puestos de trabajo que son abandonados por quienes se oponen a este tipo de control social y político, y ocupados por mediocres colaboracionistas quienes hacen de la información y del conocimiento en general, un acto trivial, amoral, anodino y hasta de mal gusto.

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