Negociar es un arte
Escrito por Alexis Aponte | X: @alexisaponte14   
Martes, 19 de Septiembre de 2017 00:02

altCada vez que el gobierno se siente con el agua al cuello, recurre a guarecerse en el burladero del diálogo.

Eso es normal. Si se sintiera poseedor de todos los ases en las manos, no lo haría. Por lo tanto, lo que se inició según los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática como un “encuentro exploratorio”, obedece entre otras cosas a una presión internacional cuyo vocero fue el gobierno de Francia y un involucramiento por primera vez de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien llamó a ambas partes a dicha reunión.

Es una presunción que dicha presión no se hubiera realizado sin la aprobación de los Estados Unidos.  En consecuencia no es una decisión del gobierno venezolano y mucho menos de la oposición democrática. Ambos fueron ‘’invitados’’ y ésta última tenía que aceptar.

Parece haber consenso, salvo una contadas excepciones, que la solución de la crisis nacional pasa por una ‘’negociación’’, que no es diálogo. Donde juega un papel importante la agenda, la experiencia de los negociadores, la claridad de los objetivos, la metódica de la negociación y la firmeza que otorga el estar del lado correcto de la historia en la lucha por la democracia  y la Justicia.

También estamos de acuerdo, que es casi imposible derrotar a este gobierno por la vía militar. Esto solo es posible, si se logra el resquebrajamiento de la unidad militar, y ya probablemente no será un enfrentamiento, sino una división del único pilar de apoyo del régimen, lo que implicaría su salida del poder y el adelantar unos comicios generales.

Por otro lado, continuar contribuyendo a diario con un fallecido o más,  a todo lo largo del territorio venezolano, es un costo muy elevado, pero que además, no va lograr el objetivo y la aspiración  del 85% de los venezolanos que es; un cambio de gobierno. Todos los que dieron su vida, a sus familiares y amigos, su sacrificio no ha sido en vano. Sin ello, la comunidad internacional no se hubiera focalizado en la crisis venezolana. Ese es el mayor logro de todas esas nobles vidas entregadas en una protesta desigual. Honor por siempre y reconocimiento eterno.

Ahora bien, callar la calle no es la solución. La protesta social es necesaria, con diversos matices, con cambios de estrategia, con inteligencia y contundencia. El gobierno tiene que sentir que la protesta por las condiciones de vida, la escasez de alimentos, medicinas, la inseguridad, el alto costo de la vida y el deterioro del salario real sigue latente y es una forma democrática de hacerlo.

Es por ello que participar en las elecciones de gobernadores es una forma de lucha. Es transformar una elección de un gobernador en una protesta social regional. Es denunciar y movilizar a la gente tras un objetivo de decirle al gobierno, que tenemos dos armas: una,  el voto universal, secreto y democrático y la otra, la negociación para acelerar algunas soluciones políticas. Por supuesto, no se puede negar que las condiciones son asimétricas, hay ventajismo, compra de conciencias, inhabilitaciones, dirigentes regionales presos, un árbitro nada imparcial y si quedaban dudas, manipulaciones potenciales de los resultados.

Al adversario hay que intentar ganarle en todos los terrenos. En unas elecciones si el gobierno quiere ganarlas, tendrán que hacer trampas, y la oposición y en concreto, los candidatos a gobernadores,  tendrán que hacer todo lo que esté a su alcance para no dejarse trampear.  Denunciar, desenmascarar y luchar con la verdad como bandera.

En cuanto al ‘’encuentro exploratorio’’, al cual repetimos, debemos y tenemos que asistir, hay algunos detalles positivos: la incorporación de la ONU, la participación del presidente Danilo Medina, muy amigo y del mismo partido  de Leonel Fernández, pero presidente al fin. La participación  de países como México, Chile y Paraguay,  la participación de Gustavo Velásquez, a quien no conocemos, pero dicen que es un  experto en  negociaciones y estrategias, por lo menos merece el don de la duda. Personas conocedoras de esto último es necesario, porque un proceso de diálogo y negociaciones requiere de expertos en el tema. Esto hoy día en la academia y en el mundo de los negocios es una disciplina compleja.

Ahora bien, tengo algunas preguntas:

  • ¿Quién nombró a nuestros representantes en esas reuniones en República Dominicana?

  • ¿Quién escogió y nombró a Timoteo Zambrano y a Manuel Rosales para que nos representara?

  • ¿Por qué no se busca más allá de los partidos políticos de la MUD en venezolanos con experiencia en negociaciones de altura y con reconocimiento internacional?

  • ¿Por qué los venezolanos nos enteramos de dicha reunión por boca del canciller de Francia, y siempre en Venezuela por declaraciones del presidente Maduro o de Jorge Rodríguez?

  • ¿Por qué ante un evento de tanta importancia y necesidad de buscarle una solución a la crisis de Venezuela, no somos más transparentes, diáfanos y sinceros ante el pueblo y la sociedad en general?

  • ¿Por qué no oxigenamos el cuerpo de negociadores con nuevas caras de políticos y expertos en el tema, que brinden credibilidad, confianza y el respaldo de gran parte de los venezolanos?

Que conste; esto es una crítica constructiva. Es para ser más eficientes y para hacer política de altura. Es necesario decir la verdad, los pueblos entienden cuando la practicas y cuando haces populismo.  

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