El anuncio por parte de Nicolás Maduro diciendo que a la Asamblea Nacional le quedaba poca vida, y que solo era cuestión de días para que desaparezca,

no es gratis y tiene su lectura claramente. Con la detención del comisario Coromoto Rodríguez, Jefe de Seguridad de la Asamblea Nacional, tiene como objetivo debilitar la protección personal de Henry Ramos Allup, presidente del parlamento venezolano y secretario general nacional de Acción Democrática. Tampoco es gratis que en los últimos días Henri Ramos se haya convertido en la obsesión verbal de Nicolás Maduro.

Mirando las informaciones publicadas por los medios de comunicación social podemos apreciar que no hay una intervención en cadena nacional de los últimos tiempos donde Nicolás no haya nombrado a Henri Ramos para insultarlo y mal ponerlo ante los chavistas mas radicales, inclusive con un leguaje tan soez, que no es usado ni siquiera en los botiquines de mala muerte que funcionan en las carreteras de Venezuela y que dejan muy mal parada lo que significa la majestad de un jefe de estado, y con ella la vergüenza para todos los venezolanos.

Sin duda que, los insultos de Nicolás contra Henri Ramos, pudieran buscar convertirlo en objetivo del chavismo mas radical y enfermo ideológicamente que con solo escuchar el sonar de los dedos le bastaría para actuar contra lo que el gobierno considera sus enemigos. Esos que siguen al pie de la letra aquel inolvidable y macabro planteamiento antidemocrático del comandante intergaláctico, “si no estás conmigo estas contra mi”. Igualmente la detención del comisario Coromoto Rodríguez, además de generar desconcierto en la militancia democrática, busca dejar desguarnecida la protección personal de Henry Ramos Allup.  

Tampoco es un secreto para nadie, que este gobierno forajido y antidemocrático, siguiendo el libreto escrito por mas de 50 años por el régimen narcoterrorista de los hermanos Castro que ha pisado con la bota del verdugo a los cubanos durante ese tiempo, utiliza todas las herramientas represivas posibles, que van desde el chantaje por la vía del espionaje ilegal, compra de conciencia, tortura física y psicológica contra los detenidos arbitrariamente para lograr “confesiones” que sirvan para culpar a inocentes de delitos no cometidos. También utiliza a infiltrados y los mal llamados patriotas cooperantes en las manifestaciones pacíficas para romper el equilibrio y acusar a los demócratas de violentos.

No hay duda que para armar la detención contra el comisario Coromoto Rodríguez, el gobierno de Nicolás Maduro utilizó la figura de la mujer policía para montar el expediente, y aquí viene la pregunta, Cómo es que esa mujer policía completamente sola se une hasta donde están los manifestantes en un momento cuando hay lanzamiento de bombas lacrimógenas por parte de los esbirros de la guardia nacional y al mismo tiempo regresadas por los estudiantes que estaban en el otro extremo. Esto se parece mucho a la táctica utilizada contra el diputado Wilmer Azuaje y contra el dirigente estudiantil Nixon Moreno.

Igualmente el comisario Coromoto Rodríguez es un hombre comprometido con los valores democráticos de nuestro país. Fue hombre de confianza y jefe de seguridad del presidente Carlos Andrés Pérez. Amigo y facilitador del trabajo de los periodistas en los actos protocolares del presidente Pérez, no permitía a ningún funcionario bajo su mando u otro cuerpo policial impedir el trabajo informativo. Lo hizo no solo con nosotros en nuestra época de pateadera de calles sino que conozco muchos colegas que tienen la misma apreciación nuestra, por eso hoy lamentamos y condenamos su injusta detención.  

Después de la detención del comisario Rodríguez a quien pretendían culpar con un acta policial elaborada el dia lunes 16 de mayo, a pesar que los sucesos fueron el miércoles 18 de mayo. Luego Nicolás Maduro armó el show de costumbre para declarar “heroína de la resistencia” a la mujer policía y la premió otorgándole una vivienda pero como los estudiantes aguantaron la tortura y no acusaron al comisario de haberlos contratado para sembrar violencia en la marcha, la fiscalía no pudo imputarlo pero igualito Maduro lo dejó preso para mantener la heroicidad de la mujer policía.   

Ahora bien. El fondo del problema consiste en el culillo que tiene Nicolás Maduro y toda su parranda de enchufaos para medirse en el referendo revocatorio. A los tipos les da grima y les entre un friiiito por la nuca que se desliza por la columna vertebrar hasta llegar al sitio donde el cuerpo humano no recibe los rayos solares, cuando escuchan hablar del referendo revocatorio. Es mas, cuando alguien del entorno lo menciona, inmediatamente lo execran.  

@lodicetodo