Este 12 de octubre se conmemoró el Día del Encuentro de Dos Mundos -el de la Resistencia Indígena- cuando los conquistadores españoles pisaron tierra americana y comenzaron un proceso de transformación, a sangre y fuego. El "caudillo" nos hizo recordar de manera temprana esa fecha cuando, sorpresivamente, empezó a poner en libertad algunos presos políticos encausados por protestar por sus derechos; además del general Barroso y al almirante Millán. Todavía permanecen encerrados los empleados de la Alcaldía Metropolitana y el prefecto de Caracas. El resto de los presos y algunos que viven el desarraigo del exilio, se les encausa por delitos de lesa humanidad o por irregularidades en el ejercicio de sus cargos.

Con su gesto de "magnanimidad", el régimen está diciendo al mundo que en el país no hay presos políticos y se respetan los derechos humanos; que no hay represión. ¿Estará pensando en una futura visita de la CIDH? Habla también del posicionamiento y la fortaleza del movimiento estudiantil que -pese a los insultos y las descalificaciones- es capaz de lograr cambios en el statu quo sin hipotecar sus principios. Nos recuerdan al argentino Tomás Eloy Martínez, que en una de sus novelas señala "las dictaduras en su aspecto más cruel, más canallesco, no son posibles sin el apoyo mayoritario de la sociedad".

El "líder" también anunció un conjunto de medidas económicas -reimpulso económico- para frenar la caída libre de la economía pero que no atienden a los graves problemas estructurales, a la espera de que mejoren los precios del crudo, atemorizado por el costo político de tales decisiones ante la proximidad de un año electoral. Mientras tanto seguiremos a merced de la inflación, la carestía de productos, la inseguridad, deficientes servicios públicos -la salud, el agua, la ¡electricidad!-, y las abusivas cadenas presidenciales. Al igual que los conquistadores hispanos, trata de engañarnos con baratijas.

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