Ahora  nos dice como si fuera ajeno a tanta vagabundería, que le “Preocupa la inclinación de Hugo Chávez de consolidar todo el poder en su oficina”. ¿Y cuándo fue que se dio cuenta?.

“El mandatario venezolano ha perdido influencia en la región y (agrega Carter)  que no tiene toda la culpa de los problemas políticos nacionales porque la oposición ha sido mal asesorada”  el Premio Nobel de la Paz Jimmy Carter.

Viejo cabrón y vividor que debe ser que se le han cerrado las ubres de la vaca venezolana que vienes ahora con esa tesis ambigua de que la oposición tiene “la culpa  de los problemas políticos del país por haber sido mal asesorada”. Por supuesto que la oposición tiene su parte de responsabilidad, más por ingenuidad que por mal asesoramiento y eso comenzó antes de que tú viejo cabrón, vinieras a meter tus manos en las arcas del estado venezolano. 

En Enero 1999, se inicia el deslave del país, cuando el déspota que nos gobierna había ganado las elecciones de Diciembre de 1998 limpiamente, las únicas elecciones limpias que logró ganar alguna vez Hugo Chávez. El Congreso Nacional debía elegir a sus autoridades para ese nuevo período anual de 1999, pero obviamente el nuevo gobierno no tenía mayoría en ninguna de las cámaras y pretendía que a su bancada se le diera la Presidencia del Congreso. Para ese efecto Chávez amenazó a la oposición de convocar una manifestación en la Plaza O´Leary de El Silencio, a tres escasas cuadras del Congreso Nacional, de dos millones de personas según clamaba, con el evidente fin de arrasar de una vez con ese parlamento si no se ajustaba a sus proyectos. La oposición cedió, no se si atemorizados por la multitud que se había convocado o por la oportunista posición de alguna o algunas fracciones partidistas, ellos deberían contarlo. 

A ese respecto me confió Otto Padrón, a quien consulté como testigo de excepción, que “Yo estuve en contra de eso pero debo decirte que privó en el Senado  el espíritu democrático ante  la presencia de un nuevo gobierno que gozaba entonces de la voluntad popular”, pero cierto o no, le dieron la presidencia del Congreso a un Coronel chavista Luis Alfonso Dávila que supuestamente el 11 de Abril del 2002, siendo Canciller brincó la talanquera y fue execrado del MVR. Ese fue entonces el primer gran error de la oposición que tenía la mayoría  en ambas cámaras y hubiera podido frenar la caída de nuestra democracia desde su inicio. Si la oposición hubiera seguido la norma no escrita, aprobada por el Pacto de Punto Fijo, de que presidía el Senado, así me lo contó Otto, el partido que tuviera mayor número de senadores, que la tenía por cierto  Acción Democrática. Y ciertamente así fue según pude corroborar en la prensa de esos días. Creo que si no le dan la presidencia del Congreso Nacional no estuviéramos viviendo esta tragedia.

Es posible que ese día 23 de Enero de 1999 la turba chavista de entonces hubiera actuado contra el Congreso, rememorando aquél 23 de Enero de 1848 cuando el Presidente José Tadeo Monagas iba a ser enjuiciado por el Congreso y una turba asaltó el recinto y asesinaron a tres diputados. 

En diciembre de ese mismo año 1999 se realizó la elección de la Asamblea Constituyente, fue la primera elección de este largo período de Chávez que ya lleva once años y le restan poco más de dos años. Esa elección debió ser nula por fraudulenta, el Presidente usó y abusó del ventajismo, condición suficiente para anulación de unas elecciones pero ya el mal estaba hecho. En esa elección de la Asamblea Constituyente, con todo el ventajismo Chávez obtuvo una mayoría en esa Asamblea Constituyente de 136 constituyentistas contra apenas cinco diputados independientes, el mismo ventajismo que le ha servido para ganar creo que seis o siete elecciones posteriores y perder un referéndum con el que pretendía aprobar 69 leyes que le fue negada por una abrumadora mayoría que el calificó “mayoría de mierda” en cadena de TV, con el agravante de contar entonces con el control absoluto de todos los poderes públicos, con lo cual ha logrado la destrucción de nuestro país en lo político, en la economía con el derroche de ingresos superiores a los 950 mil millones de dólares y la destrucción del aparato productivo y del sector privado, la destrucción de PDVSA. Destrucción en lo moral con una corrupción que debe haberse llevado la mitad de esos ingresos con la que se creó la nueva “boli burguesía” venezolana. Esa Asamblea Constituyente elevó el período presidencial de 5 a 6 años y estableció la reelección inmediata para un solo período que está cumpliendo ahora y posteriormente ordenó con aprobación del Tribunal Supremo de Justicia que la Asamblea Nacional modificara la Constitución para proponer la elección perpetua. ¿Cómo la ve señor Carter, acaso es que no se enteró?
El Centro Carter ha sido testigo mudo de las elecciones a las que fue contratado para venir de “Observador”, fue testigo de todos los fraudes cometidos en el Referéndum Revocatorio, en la segunda elección para ponerse a tono con la nueva Constitución que le regalaba dos años y a su última reelección en el 2006, todas embarradas del fraude electoral y nunca dijo Jimmy ni pío, sólo las reconoció como legítimas.

Ahora  nos dice como si fuera ajeno a tanta vagabundería, que le “Preocupa la inclinación de Hugo Chávez de consolidar todo el poder en su oficina”. ¿Y cuándo fue que se dio cuenta?. Porque eso lo está haciendo desde hace diez años y este señor Carter no es ningún caído de la mata, su amigo Hugo ya no tiene más poder por arrebatárnoslo, los tiene todos, sólo que anda enloquecido por unas bases colombianas prestadas a los Estados Unidos para combatir la  preocupación del Presidente Obama, que es el narcotráfico, el terrorismo, las armas prohibidas, las relaciones de Chávez con los enemigos ciertamente peligrosos de los gringos y que por esas bases allí, en nuestras narices, pudieran dar al traste con la revolución bonita y la nueva geometría del poder. Quiere Chávez crear un poder alternativo y convertirse en el interlocutor del señor Obama. Mucho camisón pá Petra. Finalmente  Carter admite que hubo un golpe de estado en el 2002 contra Hugo Chávez y que los EE UU estaban enterados.

Pues NO, no hubo tal golpe de estado, el Tribunal Supremo de Justicia que actuaba hasta ese entonces con cierta independencia propia sentenció a los militares acusados que no hubo golpe de estado, y resultaron absueltos y  que lo que si hubo fue un vacío de poder. Mucho gusto.