Vienen más errores
Escrito por Enrique Pereira   
Lunes, 07 de Septiembre de 2009 08:27

altHay que reconocer que son creativos. Soñaron con una gran marcha el pasado sábado y hasta se prepararon para ella. Tarimas con música y mercaditos populares en las salidas de las estaciones del metro, las que unen Catia con Miraflores, no fueron suficientes pero tenían la clara intención de llenar espacios con personas que no necesariamente estaban en una marcha de apoyo a Chávez y su revolución. La roja marea nunca llegó y los camarógrafos oficiales hacían maromas para tratar de llenar el lente de las cámaras. Camiones, motos y banderas, pero muy poca gente, como una señal inequívoca de que la revolución se quedó sin combustible humano. No lo lograron ni tan siquiera en esa zona popular, antes un bastión del chavismo.

Gran marcha la de la oposición. Masas de gente, cual hormigas, salieron de todos los lugares para hacer el movimiento de calle más grande que –en mi opinión- ha generado la oposición, incluyendo aquella famosa marcha del once de abril. No les funcionó el miedo a la represión y cárcel.

Cerrar la estación de Metro de Bellas Artes no sirvió sino para enervar a una multitud que quería expresarse. Ahora hay más pueblo y menos motos paseando sifrinos. Tan grande fue, que el oficialismo ni siquiera habla de ella, no se atreven a mentir acerca de su tamaño, prefirieron ignorarla y quedarse pegados hablando del apoyo de una multitud en Siria a la revolución roja y el fracaso de la marcha antichávez del viernes pasado.  Les dolió… con abundancia. Para los que suelen pensar que soy muy optimista, este baño de multitud contagió de ese perdido entusiasmo hasta a los más incrédulos, que suelen opinar que los movimientos de calle no hacen milagros.

El jefe regresará de viaje a poner orden, a cortar cabezas y a cambiar gente de un sitio, para ponerla en otro. Regresará con sus ideas y sus vetustas soluciones para darle nueva fuerza a esta gastada revolución. Regresará con un sólido temor a lo que ocurrirá el próximo año en las elecciones de la Asamblea, si no logran tomar cuerpo de nuevo, y armado de esos temores, cometerá más errores de los que ha cometido, para ponerse aun más cerca de lo que ya no tiene remedio, de un final de cualquier genero a esta farsa revolucionaria que está acabando con el país. Regresará con ánimos de polarizar, de llevarnos a los extremos por la vía de producirnos más rabias. Cerrará más estaciones de radio y hasta quizás se atreva a cerrar Globovisión, para demostrar fuerza. Vienen tiempos duros, de luchas pequeñas y continuadas y de demostraciones de fuerza de espíritu y consistencia. Ahora no nos está moviendo ningún liderazgo visible, ni tan siquiera los estudiantes, ahora somos un pueblo buscando un camino de salida para terminar de una vez por todas con esta envolvente miseria.

Regresará buscando gente que lo ayude y encontrará de nuevo a los que el cree “gerentes” que echó a un lado con desprecio y a cualquiera que le vea una oportunidad. El muchachito que levantó el sistema de pasaportes: “Tráemelo aquí Diosdado, lo vamos a nombrar ministro”. Encontrará las resistencias que se han generado en las manadas que lo circundan y comprenderá de la dificultad de sacarse la gente de encima, en base a los apoyos que han logrado. Barreto no regresará, pero Ramírez no será fácil de mover  de la compañía petrolera. Farias no sirvió para la faena, pero apoyada por lo más radical del chavismo, no podrán sacarla por la puerta trasera. Esto sin duda alguna, comenzará a ponerse divertido. Prepare su mente y su cuerpo, que lo difícil y duro está por comenzar.


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