¿Qué es la reversión del discurso?
Escrito por Fernando Luis Egaña   
Sábado, 29 de Agosto de 2009 07:14

altLa “reversión del discurso” es una técnica de propaganda política –propia de los regímenes totalitarios, en virtud de la cual los voceros oficiales interpretan un determinado hecho o suceso de manera diametralmente contraria a la percepción elemental y común de la realidad. Y además lo hacen con tanto descaro como energía.
Un ejemplo reciente es considerar que los periodistas de la Cadena Capriles fueron los autores intelectuales de la agresión que sufrieron a manos de los asociados a Ávila TV: victimarios en vez de víctimas, provocadores en vez de agredidos…

O señalar que el Prefecto de Caracas, Richard Blanco, está bien encanado por haber lesionado a un policía, cuando la evidencia demuestra que trató de salvaguardar la integridad física de un policía que andaba espiando una actividad política opositora.

Se trata de utilizar el discurso para tratar de revertir la valoración de lo obvio a fin obtener un provecho político. Con ello, desde luego, el señor Chávez y sus colaboradores no están inventando nada nuevo. Hace más de 70 años que Herr Goebbels consagró esta técnica como uno de los 11 principios de la propaganda nazi.

Otro caso muy notorio fue presentar el cierre de 24 emisoras de radio como un ejemplo de “democratización del espectro radio-eléctrico”. O comunicar que la propuesta presidencial de concentrar las 240 frecuencias radiales a ser revocadas en un único emisor a llamarse “Radio Popular”, sería un tributo a “la lucha contra el latifundio mediático”.

Estrategias conexas a la reversión del discurso son la exageración y desfiguración, y sobre todo la transposición o el cargar sobre el adversario las características propias. Así, la prole del golpismo acusa a sus críticos de golpistas, o los cómplices del terrorismo narco-guerrillero denuncian a sus opositores de terroristas.

Por ello, cada vez que sectores de oposición anuncian la convocatoria de una marcha, de forma automática salen los representantes de PSUV a denunciar que la misma tiene intenciones de violentar el orden público. Preparan el terreno, transponiendo sus intenciones y justificando por adelantado la previsible arremetida de los uniformados.

Según la referida reversión, los marchistas en contra de la LOE que fueron atacados cuatro veces por los pelotones de la Guardia Nacional son identificados como los “violentos”, y horas después fue consagrado como “héroe de la paz” el coronel Antonio Benavides, quien ordenara los respectivos ataques el pasado sábado 22 de agosto.

Tal y como ascendieron al pedestal de los mártires los llamados “pistoleros de Puente Llaguno”, y también los efectivos militares que golpearon a Elinor Montes, desde luego que “en defensa propia” conforme al guión oficialista de entonces.

Se trata del mundo al revés, la tortilla volteada, los caballos detrás de la carreta, el hombre mordiendo al perro. Fidel Castro ha sido un maestro en estas artes de la manipulación goebbeliana, pero sus discípulos bolivaristas no se le quedan atrás.

En tiempos pretéritos, a la reversión del discurso se le llamaba “caradurismo”. Pero eso empalidece, si acaso, en comparación con la esquizofrenia propagandística de estos émulos del más notorio doctor del Tercer Reich.


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