Reconvertir al país
Escrito por María Alejandra Malaver | @malemalaver   
Jueves, 23 de Agosto de 2018 06:36

altFrente a la reconversión monetaria que nos tiene la vida hecha cuadritos a más de uno, permítanme escribir algunos tópicos. 

Venezuela no necesita una reconversión monetaria, sino una reconversión nacional y/o social. Y, ¿qué significa eso? ¡Fácil! Regresar a esa Venezuela de felicidad y prosperidad que alguna vez fuimos. 

Sí, necesitamos regresar a esa nación de progreso, de inversión, de trabajo y de respeto a las leyes. Debemos reconvertirnos en aquellos que alguna vez fuimos: Ciudadanos. 

La reconversión social parte del hecho de vernos a nosotros mismos como ciudadanos y no como un pueblo carente de raciocinio y de capacidades de desarrollo. 

Para ello debemos rebelarnos en contra de la tiranía y sus  métodos. Esa reconversión venezolana, debería centrarse en fomentar la rebelión de la dignidad.  

Debemos ser más productivo, de abrir las alamedas nacionales a la inversión, al esfuerzo y sobre todo a la meritocracia. La reconversión del ser nacional, donde dejemos de ser tratados como borregos pre o post electorales y seamos respetados como sujetos activos en la construcción de la sociedad. 

La reconversión económica llevada adelante por el régimen de Nicolás Maduro solo ayuda a empobrecer a la nación, a mostrarnos como una masa amorfa y sin lógica que es manipulada por una especie de titiritero ubicado en Miraflores. 

Ante esto debemos decir ¡Basta Ya! Cada uno de nosotros debemos ser agentes del cambio para mejor, de una transformación nacional que nos eleve a ciudadanos de una república libre y democrática, y no como público de galería en medio de una régimen totalitario y controlador. 

Cada uno de nosotros debe defender y luchar por su dignidad. Así como el régimen pretenden excluir a parte de la población de derechos, nosotros debemos responder con acciones cívicas de contundencia que nos permita hacer valer nuestros derechos como ciudadanos y como venezolanos. 

La reconversión social, inicia con estrategias de rebeldía ciudadana. Si quieren obligarnos a sacarnos el carnet de la patria para obtener beneficios estadales que deberían ser para todos, entonces respondamos nosotros al no pagar impuestos. Porque si no tenemos derechos tampoco deberes. 

Sí, Maduro juega duro. Presiona, acosa, obliga. Él pretende reinar bajo el poder de las bayonetas, de la tortura y del ataque psicológico. Y son justo estos factores de miedo los que debemos revertir. 

Y la pregunta es ¿cómo hacerlo? Con dignidad, con esfuerzos y con organización. No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras nos convierten en una nación de víctimas, debemos reaccionar y actuar como ciudadanos, en unidad y coherencia. 

 

 


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