19 de abril de 1810 o el principio del abismo
Escrito por Dr. Ángel R. Lombardi G. | X: @lombardiboscan   
Martes, 21 de Abril de 2015 01:16

19 DE ABRIL DE 1810 O EL PRINCIPIO DEL ABISMO
La mayoría de los venezolanos sigue confundiendo el 19 de Abril 1810 con el 5 de julio 1811. El 19 de Abril fue un “Golpe de Estado” en contra de la autoridad española en funciones para luego dar paso a la constitución de una Junta Suprema de Gobierno Defensora y Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Propiamente fue un complot en contra de Vicente de Emparan, Capitán General en funciones, dado por algunos caraqueños vinculados al Cabildo de la época. Nunca se planteó la Independencia ya que había satisfacción en mantenerse dentro de los límites de la Monarquía hispánica. El 19 de Abril representó un movimiento pro autonomista y pro monárquico de corte anti francés. Es bueno recordar que la península ibérica sufría de la invasión de Napoleón desde el año 1808.
Quienes dan el “golpe” son los patricios de Caracas, los blancos criollos con la mayor ascendencia social dentro de la sociedad colonial venezolana. Están cansados de compartir los principales privilegios con los miembros de la burocracia de origen peninsular, y aspiran a controlarlo todo sin ningún tipo de intermediación. Las circunstancias les llevaron a una actuación política no exenta de polémica por la imprevisión que se tuvo en no medir concienzudamente las consecuencias del paso que se estaba dando. En realidad, la gran mayoría de ellos, “cambiaban para no cambiar nada” y estimaron de manera un tanto oportunista, que la situación metropolitana con unos reyes prisioneros y un país militarmente ocupado, era algo irreversible. Así que sin apenas tener experiencia para legislar y poner en marcha las acciones gubernamentales mínimas, estos diputados caraqueños terminaron siendo prisioneros de la improvisación e incompetencia, en suma, de la insensatez.
Ni Miranda ni Bolívar participaron de los sucesos del 19 de Abril, de hecho, el extremismo militante de ambos, a favor de una radicalización del movimiento pro autonomista hasta convertirlo en Independencia pura y dura, contó con la ayuda inesperada de las instancias gubernamentales metropolitanas que apenas funcionaban en lo poco que quedaba del espacio no ocupado por el invasor francés. La reacción de la Regencia fue a todas luces desproporcionada y poco realista cuando decretó el “bloqueo naval” sobre las costas de Venezuela sin apenas poseer los barcos para hacer efectiva la medida de castigo en contra de los “insurrectos”. Los de Maracaibo, Coro y Guayana trataron de coaligarse para enfrentar el paso dado por los caraqueños. La confusión fue el signo del momento. Desde la Sociedad Patriótica, una instancia de estilo jacobino, los más extremistas empezaron abogar por ir a una Independencia que pusiera fin al régimen monárquico. Los acuerdos y el dialogo entre dos distintas maneras de entender al país fue entonces suprimido para dar paso a una violencia incontenible bajo el sello de la anarquía y el estupor de los propios mantuanos.
Este descenso a los infiernos que significó nuestra Independencia por la mortandad producida y la destrucción de casi todo el aparato productivo de ese entonces, traería un desenlace aún más desconcertante: el suicido de la clase social mantuana, la misma que fue protagonista de los sucesos del 19 de Abril de 1810. Y si alguien tiene dudas sobre esto bien podría leerse “Las Lanzas Coloradas” de Arturo Uslar Pietri.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCÁN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ

altLa mayoría de los venezolanos sigue confundiendo el 19 de Abril 1810 con el 5 de julio 1811. El 19 de Abril fue un “Golpe de Estado” en contra de la autoridad española

en funciones para luego dar paso a la constitución de una Junta Suprema de Gobierno Defensora y Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Propiamente fue un complot en contra de Vicente de Emparan, Capitán General en funciones, dado por algunos caraqueños vinculados al Cabildo de la época. Nunca se planteó la Independencia ya que había satisfacción en mantenerse dentro de los límites de la Monarquía hispánica. El 19 de Abril representó un movimiento pro autonomista y pro monárquico de corte anti francés. Es bueno recordar que la península ibérica sufría de la invasión de Napoleón desde el año 1808.

Quienes dan el “golpe” son los patricios de Caracas, los blancos criollos con la mayor ascendencia social dentro de la sociedad colonial venezolana. Están cansados de compartir los principales privilegios con los miembros de la burocracia de origen peninsular, y aspiran a controlarlo todo sin ningún tipo de intermediación. Las circunstancias les llevaron a una actuación política no exenta de polémica por la imprevisión que se tuvo en no medir concienzudamente las consecuencias del paso que se estaba dando. En realidad, la gran mayoría de ellos, “cambiaban para no cambiar nada” y estimaron de manera un tanto oportunista, que la situación metropolitana con unos reyes prisioneros y un país militarmente ocupado, era algo irreversible. Así que sin apenas tener experiencia para legislar y poner en marcha las acciones gubernamentales mínimas, estos diputados caraqueños terminaron siendo prisioneros de la improvisación e incompetencia, en suma, de la insensatez.

Ni Miranda ni Bolívar participaron de los sucesos del 19 de Abril, de hecho, el extremismo militante de ambos, a favor de una radicalización del movimiento pro autonomista hasta convertirlo en Independencia pura y dura, contó con la ayuda inesperada de las instancias gubernamentales metropolitanas que apenas funcionaban en lo poco que quedaba del espacio no ocupado por el invasor francés. La reacción de la Regencia fue a todas luces desproporcionada y poco realista cuando decretó el “bloqueo naval” sobre las costas de Venezuela sin apenas poseer los barcos para hacer efectiva la medida de castigo en contra de los “insurrectos”. Los de Maracaibo, Coro y Guayana trataron de coaligarse para enfrentar el paso dado por los caraqueños. La confusión fue el signo del momento. Desde la Sociedad Patriótica, una instancia de estilo jacobino, los más extremistas empezaron abogar por ir a una Independencia que pusiera fin al régimen monárquico. Los acuerdos y el dialogo entre dos distintas maneras de entender al país fue entonces suprimido para dar paso a una violencia incontenible bajo el sello de la anarquía y el estupor de los propios mantuanos.

Este descenso a los infiernos que significó nuestra Independencia por la mortandad producida y la destrucción de casi todo el aparato productivo de ese entonces, traería un desenlace aún más desconcertante: el suicido de la clase social mantuana, la misma que fue protagonista de los sucesos del 19 de Abril de 1810. Y si alguien tiene dudas sobre esto bien podría leerse “Las Lanzas Coloradas” de Arturo Uslar Pietri.

(*): DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ



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