La realidad en 4D
Escrito por Alexis Aponte | X: @alexisaponte14   
Martes, 27 de Noviembre de 2018 10:26

altLa semana pasada no fue precisamente una de las mejores del año para el gobierno nacional.

Las noticias en materia petroleras no son nada alentadoras y por el contrario vaticinan un panorama oscuro para el ejecutivo nacional y peor aún, para toda la sociedad venezolana. 

Según informaciones oficiales el petróleo venezolano concluyó la semana con una pérdida en el precio de US$ 2,59, situándose en US$ 58,44 el barril. La cesta OPEP perdió en el mismo lapso US$ 3,11 por barril, al bajar de US$ 67,10 a 63,99 por barril. Nada augura revertir la tendencia y para graficar aún más la situación, el gobierno nacional declara que aspira a un precio de US$ 100 el barril para satisfacer las necesidades nacionales. 

La ecuación del caos venezolano en materia petrolera es precio y producción.Por un lado una tendencia a la disminución del precio del crudo, que sumado a la ya recurrente disminución de la producción petrolera, nos produce un coctel explosivo de consecuencias impredecibles para el país. Las últimas cifras oficiales en materia de producción nos sitúan por debajo de los 1.100.000 barriles diarios. Otra fuente petrolera nos indica que la producción está en el limbo 1.000.000 b/d. La realidad gira en torno a una disminución de la producción petrolera de 650 mil b/d en el transcurso del año 2018 respecto al año 2017. Esto en gerencia se le llama una debacle. 

Volatilidad de los precios

El precio del crudo en el mercado de hidrocarburos tiene siete (7) semanas en disminución. Las causas para este comportamiento son variadas: un incremento en el inventario de crudo por parte de los Estados Unidos, un aumento de la producción  de crudo norteamericano (el incremento de los precios que antecedió a la caída, fue un estímulo a aquellos productores, especialmente a los dedicados al fracking), las expectativas negativas sobre el futuro de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, lo cual podría afectar el consumo de petróleo por parte de China. 

Un elemento importante del mercado lo constituye el precio a futuro del crudo, el cual refleja una disminución de 5,95% para el mes de Enero de 2019 situándolo en US$ 58,98 el barril, su nivel más bajo desde finales de 2017. Hay otros elementos que estimulan la caída de los precios: el levantamiento de las sanciones a los países que compren petróleo a Irán y los aumentos en la producción y exportación por parte de Rusia y países árabes.

Otro elemento a considerar es la dura posición del presidente Donald Trump y su amenaza de enviar al Congreso de los Estados Unidos una ley contra el papel monopólico de los países de la OPEP y la manipulación producción/precio. Esto no es nada nuevo, pero el elemento novedoso lo constituye la conducta impredecible del presidente Trump y su posición frente a los países tradicionales exportadores de petróleo, léase OPEP. 

Consecuencias para Venezuela

Según información interna de PDVSA, Venezuela estaría exportando solo unos 270 mil b/d de petróleo que le produciría efectivo. El resto unos 830 mil b/d se destinan a amortizar la deuda contraída con China, Rusia, Cuba, los acuerdos con Petrocaribe y unos 100 mil b/d que se destinan como intercambio para obtener gasolina y nafta. En otras palabras; entre un 76%-83% de la producción se destina al pago de deudas. 

Si la producción de crudo sigue bajando tal como se comportado durante todo este año (nada indica que esta tendencia no continúe) es muy probable que a corto plazo, PDVSA produzca solo lo necesario para amortizar los préstamos contraídos y arribas citados. Es decir que esté por debajo de los 800 mil barriles diarios. 

Para el año 2019, se estima una mayor reducción de las importaciones, con las consecuencias conocidas en materia de alimentos y  medicinas. Si las importaciones totales estimadas para este año pueden estar alrededor de los US$ 12.000 millones, proyectemos una mayor reducción de importaciones necesaria y obligada en rubros que ya desesperan  a la sociedad venezolana. 

Respecto a la deuda externa en este momento estamos en un default selectivo, el cual se profundizará e incluirá a los acreedores chinos y rusos. (Tenemos la visita de funcionarios rusos que vienen a presionar el pago de lo adeudado) y por supuesto se seguirán incrementando los montos adeudados por concepto de servicio de la deuda. 

En la medida que el país reduzca sus ingresos petroleros  y por lo tanto vea mermada su disponibilidad de divisas, se le cerrarán las pocas fuentes de financiamiento con las que ha contado hasta ahora. 

Conclusiones

El escenario en el cual el presidente va asumir un nuevo mandato no es oscuro, es negro. Será negro para el gobierno y para todos los venezolanos, con todas las consecuencias que eso involucra en materia de comida, medicinas y bienes intermedios.  

El país se enfrentará con su principal fuente de ingresos (PDVSA) totalmente colapsada y sin un plan creíble de recuperación. Por el contrario sus resultados ratifican su crisis operativa y financiera. 

Un gobierno actual y futuro cercado económicamente y con prohibiciones por parte de importantes gobiernos del mundo que limitarán aún más,  las operaciones y negociaciones financieras y comerciales. 

La legitimidad tan necesaria para llegar a acuerdos y negociaciones internacionales, está cuestionada por bloques económicos e importantes  gobiernos del planeta.  

Un nuevo ejercicio presidencial de seis (6) años con el mismo presidente y por supuesto las mismas caras, probablemente rotadas de cargo, agotadas, con baja credibilidad y con el mismo sesgo ideológico. Nadie presagia algo diferente. 

Una hiperinflación que destruye salarios, precios, mercados, estabilidad emocional, la convivencia social y la gobernabilidad política. 

Planes económicos incoherentes y desacertados que han contribuido con lo poco que queda del sector productivo agropecuario, industrial y comercial y solo han servido de acicate a la hiperinflación. 

Para finalizar; la debacle de nuestra industria petrolera, acelera situaciones políticas económicas y sociales,  a las cuales se hace imperativo buscar soluciones a la mayor brevedad, porque de lo contrario, el panorama del 2019 sería inmanejable para todos. 

El cambio tan necesario tiene que ser de 180 grados tanto en lo económico, financiero, social y político. La responsabilidad es de todos, pero principalmente del gobierno quien debería asumir la dirección de recomponer el tejido social y económico. Lo que está en juego no es un gobierno, es la República. 

alt 

 


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com