"Tag" o ¡Te atrapé! En español, se vende como una comedia negra de golpes y porrazos, a medio camino entre las franquicias de Jackass (Jeff Tremaine, 2002) y The Hangover (Todd Philips, 2009) 

Pretendiendo ser una buddy movie coral, muestra cierta incapacidad para mostrar personajes redondos con motivaciones claras o transformaciones creíbles en el tiempo. A pesar de esto, serán esas pequeñas derrotas personales mal dibujadas, las que nos harán interesarnos en  el juego infantil, traído al presente. 

Tag resulta más bien un ejercicio visual con muchos cuadros tomados del universo de los comics, algunos de la fotografía conceptual y otros tantos del video clip musical de los noventa. El uso competente de la cámara ralentizada parodia efectos vértigo, viñetas de la cultura pop norteamericana y muchos whoop-whoops- es decir, esa sucesión de sonidos agregados sobre las imágenes que refuerzan batacazos, bofetones y caídas con ciertas texturas húmedas o de caricatura- Sin duda, Komisc como director muestra cierta sensibilidad de D.J. al mezclar carreras, persecuciones, elasticidades físicas e impaciencias dramáticas con secuencias resueltas, tras cierres visuales cómicos, casi siempre sin consecuencias sobre la vida del personaje: si Tom golpea a Jerry nada pasa, y aquí los humanos parecen volverse de goma ante una lluvia de empujones, pescozones y sopapos.

Argumentalmente éste film intenta demasiadas veces vender cómo una vez al año, durante el mes de febrero, un grupo de amigos se las ingenia para sorprenderse con un juego escolar, llevado al extremo de los trancazos adultos. Todos son parte de la travesura y de ser una zona solo para hombres, termina incluyendo a esposas, novias y amigas del grupo inicial. 

Muchos asistentes encontrarán ecos a comedias clásicas adolescentes como Animal House (John Landis, 1978), Porky´s (Bob Clark, 1981) o Home Alone (Chris Columbus, 1990) Los menos aguzados igualmente se divertirán con la sucesión de gags que resultan de una historia que cumple con entretener y dar un giro argumental y humano, hacia el final de la película. 

La presencia de súper estrellas como Jeremy Renner, Ed Helms y Jon Hamm generan un enganche con el público que posiblemente permita producir una secuela o spin off televisivo; y como todo producto fílmico contemporáneo, muchas veces no es tan importante cómo funcione racionalmente una historia sino qué tan bien se mercadee el empaque final. 

En fin, Tag no es ni tan comedia… ni tan negra… ni tan novedosa, pero refresca la mirada a la monotonía de la vida de los cuarentones que no saben si reír con Steve O en Jackass o llorar con Morgan Freeman en The Bucket List.