“SPY: Una espía despistada”: una comedia negra con acción muy realista
Escrito por Especial OyN   
Viernes, 05 de Junio de 2015 16:09

Desde el viernes 5 de junio en las principales salas de cine del país
UNA ESPÍA DESPISTADA LLEGA PARA HACERNOS REIR
Y DEMOSTRAR QUE SE PUEDEN VENCER LOS OBSTÁCULOS
Susan Cooper (Melissa McCarthy), una analista de la CIA reducida a su escritorio, es una mujer modesta y la heroína no reconocida detrás de las misiones más peligrosas de la agencia. Cuando su socio, Bradley Fine (Jude Law) desaparece de la faz de la tierra y otro agente (Jason Statham) está comprometido en otra misión, ella se ofrece como voluntaria para infiltrarse de lleno en el mundo de un traficante de armas letales, y evitar un desastre mundial.
El escritor-director Paul Feig, que trabaja por tercera ocasión con Melissa McCarthy, después de los rotundos éxitos Bridesmaids y The Heat, esta vez le agrega toneladas de acción a su distintiva comedia y sitúa su historia en hermosas locaciones europeas. Los ambientes bulliciosos y desconocidos de capitales famosas tales como Roma, París y Budapest, hacen que la transición de Susan, al involucrarse en el espionaje internacional, que conlleva intriga y misterio, sea cada vez más sorprendente.
Feig comenta: “Soy un gran aficionado de las películas de espías, y quería hacer una comedia de acción marcada dentro de ese género. La comedia proviene de los personajes. No es una parodia o una sátira. Quería que tuviera el tono de un filme de espías, pero que fuera lo más divertida posible”, señala el director.
“También quería hacer una historia con la que el público se pudiera identificar, en la que pudiéramos preguntarnos, ‘Si a mí me reclutaran como espía y me mandaran a una misión, ¿cómo podría reaccionar?’ Melissa es perfecta para el papel porque, a pesar de ser extraordinariamente talentosa, todavía puede interpretar a ese tipo de persona ‘común y corriente’ y provocar un profundo sentimiento de empatía y apoyo”.
Una vez que asegura su primera misión como espía, Susan Cooper, personaje de McCarthy, primero deberá hacer a un lado su inseguridad y la desconfianza que tiene de sí misma y armarse de valor para abandonar su escritorio en Langley (las oficinas centrales de la CIA) con el fin de liarse a golpes con una variedad de malandrines europeos bien calificados.
McCarthy comenta: “Susan siempre ha tenido la habilidad, y es maravillosa técnica y tácticamente, pero le falta confianza en sí misma. Ahora bien, sus experiencias de campo y la lealtad que le tiene al personaje de Jude, Bradley Fine, comienzan a hacer que saque todo su potencial. Descubre talentos que no sabía que tenía”.
Paul Feig acota: “Leí que las mujeres son mejores espías que los hombres porque por lo general son mejores al leer señales físicas, ganarse la confianza y utilizar la intuición. Esto es Susan Cooper. No depende de la fuerza, tiene que descifrar las cosas conforme se le presentan. Disfruto trabajar con mujeres, y darles poder, además de que estaba intrigado con la idea de crear un trío de protagonista, compinche y adversario”.
Al desarrollar la paleta para el filme, Feig, junto con el director de fotografía Robert Yeoman y el diseñador de producción Jefferson Sage, se inspiró en películas de James Bond. Se dieron a la tarea de hacer una comedia bajo el estilo visual de estos icónicos filmes, con tomas magníficas, fondos llamativos y secuencias de acción convincentes.
“SPY: Una espía despistada” se rodó principalmente en Budapest, Hungría, que también hace las veces de Roma y París. La arquitectura sorprendente y variada de la ciudad le permitió a Sage utilizar lugares históricos e interesantes, así como particularidades de colonias únicas para poder distinguir entre las tres capitales. Buda, localizado en el lado oeste del Danubio, es montañoso, con calles empedradas y curvas que se asemejan a Roma.
El motivo de que Susan Cooper no tenga confianza en sí misma se debe a que fue criada por una madre que le inculcó la firme convicción, “No, no puedes”. Cualquier esperanza de que un trabajo nuevo con la CIA pueda fortalecer su autoestima y vida social, hasta ahora, se ha desmoronado.
Con una memoria impresionante, Cooper labora en una deprimente oficina que se encuentra debajo de un sótano, donde es los ojos y oídos (además de estar enamorada) del súper agente Bradley Fine, un encantador, pero egocéntrico caballero que logra terminar sus misiones sin que se le haya movido un solo cabello.
Jude Law comenta: “En lo que a Fine respecta, él y Susan son el equipo perfecto, imperturbables, la crema y nata de la CIA. Él ve la relación como meramente platónica, a pesar de los coqueteos ocasionales”.
Susan podrá fantasear acerca de Fine, pero el agente narcisista sólo tiene ojos para el espejo. O para el grupo de bellezas que se cruza en su camino en la tentadora intersección del peligro y el glamour.
McCarthy comenta, “Me encanta la manera en la que Jude interpreta a Fine, como alguien encantador, pero un poco sinvergüenza”.
“Las pláticas que Paul y yo tuvimos acerca de Fine se centraron en la idea de que no queríamos que fuera malo. Tiene un afecto genuino por Susan, junto con un interés particular por conservar al equipo unido. Lograr ese balance es importante”, comenta Law.
Pero el intento de Bradley por caminar en “la cuerda floja” con Susan no le cae nada bien a Nancy (Miranda Hart), mejor amiga y colega de Susan. Tremendamente protectora, le echa la culpa a él por reprimir los avances en la carrera de Susan y por jugar con sus emociones.
Vale destacar que “SPY: Una espía despistada” trata de una mujer que siempre ha sido subestimada por aquellos a su alrededor, y que, por ello, ha aprendido a menospreciarse. Es acerca de esa gente silenciosa, que pasa desapercibida y que nos sorprende cuando se les da la oportunidad de brillar.
La invitación es para disfrutar de esta película, “SPY: Una espía despistada”, desde el 5 de junio en las principales salas de cine del país y ser testigos de este despliegue de actores que nos harán reír y divertirnos con el desarrollo de la acción.

altHoy se estrena “SPY: Una espía despistada” con el regreso de la dupla Melissa McCarthy (esta vez como la agente  Susan Cooper) y el director Paul Feig... La presencia de Jude Law y Jason Statham le agrega un toque

adicional a las emociones que genera un film que no se detiene ante lo "políticamente correcto" y despliega un estilo único en los films de este género, un cruce de humor americano aderezado con buenos chistes británicos. 

En humor, la mejor oferta en las carteleras del país...

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(Nota oficial) 
El escritor-director Paul Feig, que trabaja por tercera ocasión con Melissa McCarthy, después de los rotundos éxitos Bridesmaids y The Heat, esta vez le agrega toneladas de acción a su distintiva comedia y sitúa su historia en hermosas locaciones europeas. Los ambientes bulliciosos y desconocidos de capitales famosas tales como Roma, París y Budapest, hacen que la transición de Susan, al involucrarse en el espionaje internacional, que conlleva intriga y misterio, sea cada vez más sorprendente. 

Feig comenta: “Soy un gran aficionado de las películas de espías, y quería hacer una comedia de acción marcada dentro de ese género. La comedia proviene de los personajes. No es una parodia o una sátira. Quería que tuviera el tono de un filme de espías, pero que fuera lo más divertida posible”, señala el director. 

“También quería hacer una historia con la que el público se pudiera identificar, en la que pudiéramos preguntarnos, ‘Si a mí me reclutaran como espía y me mandaran a una misión, ¿cómo podría reaccionar?’ Melissa es perfecta para el papel porque, a pesar de ser extraordinariamente talentosa, todavía puede interpretar a ese tipo de persona ‘común y corriente’ y provocar un profundo sentimiento de empatía y apoyo”. 

Una vez que asegura su primera misión como espía, Susan Cooper, personaje de McCarthy, primero deberá hacer a un lado su inseguridad y la desconfianza que tiene de sí misma y armarse de valor para abandonar su escritorio en Langley (las oficinas centrales de la CIA) con el fin de liarse a golpes con una variedad de malandrines europeos bien calificados.  

McCarthy comenta: “Susan siempre ha tenido la habilidad, y es maravillosa técnica y tácticamente, pero le falta confianza en sí misma. Ahora bien, sus experiencias de campo y la lealtad que le tiene al personaje de Jude, Bradley Fine, comienzan a hacer que saque todo su potencial. Descubre talentos que no sabía que tenía”. 

Paul Feig acota: “Leí que las mujeres son mejores espías que los hombres porque por lo general son mejores al leer señales físicas, ganarse la confianza y utilizar la intuición. Esto es Susan Cooper. No depende de la fuerza, tiene que descifrar las cosas conforme se le presentan. Disfruto trabajar con mujeres, y darles poder, además de que estaba intrigado con la idea de crear un trío de protagonista, compinche y adversario”. 

Al desarrollar la paleta para el filme, Feig, junto con el director de fotografía Robert Yeoman y el diseñador de producción Jefferson Sage, se inspiró en películas de James Bond. Se dieron a la tarea de hacer una comedia bajo el estilo visual de estos icónicos filmes, con tomas magníficas, fondos llamativos y secuencias de acción convincentes. 

“SPY: Una espía despistada” se rodó principalmente en Budapest, Hungría, que también hace las veces de Roma y París. La arquitectura sorprendente y variada de la ciudad le permitió a Sage utilizar lugares históricos e interesantes, así como particularidades de colonias únicas para poder distinguir entre las tres capitales. Buda, localizado en el lado oeste del Danubio, es montañoso, con calles empedradas y curvas que se asemejan a Roma. 

El motivo de que Susan Cooper no tenga confianza en sí misma se debe a que fue criada por una madre que le inculcó la firme convicción, “No, no puedes”. Cualquier esperanza de que un trabajo nuevo con la CIA pueda fortalecer su autoestima y vida social, hasta ahora, se ha desmoronado. 

Con una memoria impresionante, Cooper labora en una deprimente oficina que se encuentra debajo de un sótano, donde es los ojos y oídos (además de estar enamorada) del súper agente Bradley Fine, un encantador, pero egocéntrico caballero que logra terminar sus misiones sin que se le haya movido un solo cabello. 

Jude Law comenta: “En lo que a Fine respecta, él y Susan son el equipo perfecto, imperturbables, la crema y nata de la CIA. Él ve la relación como meramente platónica, a pesar de los coqueteos ocasionales”.

Susan podrá fantasear acerca de Fine, pero el agente narcisista sólo tiene ojos para el espejo. O para el grupo de bellezas que se cruza en su camino en la tentadora intersección del peligro y el glamour. 

McCarthy comenta, “Me encanta la manera en la que Jude interpreta a Fine, como alguien encantador, pero un poco sinvergüenza”. 

“Las pláticas que Paul y yo tuvimos acerca de Fine se centraron en la idea de que no queríamos que fuera malo. Tiene un afecto genuino por Susan, junto con un interés particular por conservar al equipo unido. Lograr ese balance es importante”, comenta Law.

 Pero el intento de Bradley por caminar en “la cuerda floja” con Susan no le cae nada bien a Nancy (Miranda Hart), mejor amiga y colega de Susan. Tremendamente protectora, le echa la culpa a él por reprimir los avances en la carrera de Susan y por jugar con sus emociones. 

Vale destacar que “SPY: Una espía despistada” trata de una mujer que siempre ha sido subestimada por aquellos a su alrededor, y que, por ello, ha aprendido a menospreciarse. Es acerca de esa gente silenciosa, que pasa desapercibida y que nos sorprende cuando se les da la oportunidad de brillar. 

La invitación es para disfrutar de esta película, “SPY: Una espía despistada”, desde el 5 de junio en las principales salas de cine del país y ser testigos de este despliegue de actores que nos harán reír y divertirnos con el desarrollo de la acción.



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