¿Resistencia de quiénes, contra qué?
Escrito por William Anseume | X: @WilliamAnseumeB   
Viernes, 13 de Enero de 2023 06:19

altEn su larga perorata de rememoración, cuenta y proyectos, el máximo vocero del régimen del terror expresó la imposibilidad de ajustes en lo que todavía,

no sé por qué, llaman sueldos y salarios. Seis dólares no puede considerarse salario sino acaso limosna. Y así la escala general de sueldos en toda la administración pública. Sin desconocer que ese monto limosnero del señor Maduro incide también en los pagos que otorga la empresa privada. 

Llamó también a los trabajadores a resistir. A contener con su estómago y sus fuerzas más que endebles el capitalismo que impide con sus sanciones el desarrollo de nuestra economía y, se supone, el buen vivir. Pidió que le dieran lo ofrecido en México. Quiere ese dinero para administramos de la misma forma que nos tiene en cuarto lugar de corrupción en el mundo. Luchando denodadamente por alcanzar el tercero. Ignora todo lo que se sabe. La forma como se produce se pierde o se regalan los recursos. La exhibición descarada de bienes o cuentas bancarias por el mundo, las inversiones superfluas para sostener o defender terroristas, por mencionar algo. 

Resistir el hambre, la precariedad sostenida todo este tiempo no solo luce injusto sino también imposible. Además de que la batalla ideológica de Maduro y sus congéneres apoyados en China, Rusia, Irán o Cuba no es nuestra, no es de los trabajadores, no es de los venezolanos. Es una batalla tan impuesta como las cifras míseras de lo que llaman sueldo o salarios desde quienes ocupan el poder. La mayoría de los venezolanos quiere vivir en democracia, codearse con los países del mundo que todavía sostienen la democracia como su sistema político. Para la mayoría de los venezolanos no son enemigos los Estados Unidos, Canadá o la Unión Europea, o Japón. No. 

La resistencia. La única resistencia en Venezuela que no es comprada con los recursos que deben dársele a los trabajadores, es contra el régimen despótico de Maduro y sus adláteres, contra su represión ante quien legítimamente protesta y reclama sus derechos. Ya se ve en la calle, con maestros, profesores, empleados públicos, jubilados, pensionados y los demás apoyos civiles que se han sumado a combatir el hambre, la desnutrición, la falta de atención en salud y la desprotección social que impone el señor Nicolás desde el poder. 

Mi máxima solidaridad con los nuevos presos políticos, los de Sidor y Bauxilum, con los agentes policiales que por whatsaap comunicaron, también en Guayana, la fecha de un paro. Con los maestros perseguidos o removidos de sus cargos. Esa si es resistencia, la verdadera. La que se sigue manifestando en las calles y que con los derechos humanos y laborales por delante enfrenta a la cuenta tiranía. 

Maduro no ajusta los sueldos y salarios, pero el aumento del dólar, el manejo condicionado, inhumano, políticamente errático de la economía, según intereses transnacionales, acaba con la vida de los ciudadanos, en todos los sentidos, literal y figurado. Es obvio que el régimen está molesto con las últimas acciones y pronunciamientos realizados por los países verdaderamente amigos de Venezuela. Los que ayudan en la recuperación de la democracia y la libertad y presionan para la obtención de elecciones libres que deben tener atormentados a los miembros que quedan en el PSUV y aquellos que se benefician directa o indirectamente de el. 

La resistencia activa ha de seguir en la calle y en todos los medios de divulgación nacionales e internacionales que nos sea posible. 


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